
me está mirando. La perla me mira.
La muchacha de Vermeer tiene los labios
rojos, húmedos y brillantes.
Muchacha de Vermeer, perla,
turbante azul: eres la luz,
y yo estoy hecho de sombra.
La luz mira a la sombra con altivez,
con indulgencia, quizá con tristeza.
(del poemario “Tierra de fuego”, Editoral El acantilado)