LA POESIA Y LA PINTURA, 1626. Francesco Furini. Galería Palatina, Florencia. "La armonía es más fuerte que la luz"

Descripción de cuadros para Guillermo

SOMBRERO CON VELAS (Billy Collins)

En la mayor parte de los autorretratos es el rostro lo que domina:
en Cézanne son dos ojos nadando en pinceladas,
Van Gogh mira fijamente desde un oscuro halo en torbellino,
Rembrandt asoma como si se tomara un respiro
el cuadro Sansón cegado por los filisteos.

Pero en éste, Goya está bastante alejado del espejo
y se nos muestra ante la mesilla de su estudio
frente a un lienzo recostado en un alto caballete.

Parece dirigir una sonrisa hacia nosotros, como si supiera
que nos divertiría contemplar su extraordinario sombrero,
cuya cinta a todo alrededor está llena de sujetavelas,
un artilugio que le permitía trabajar de noche.

No puedes sino preguntarte cómo sería
llevar un candelero así en la cabeza
como si fueras un salón o una sala de conciertos andante.

Mas una vez has visto este sombrero, ya no necesitas leer
ninguna biografía de Goya ni memorizar fechas.

Para comprender a Goya sólo tienes que imaginarlo
encendiendo las velas una a una, y luego poniéndose
el sombrero, preparado para una noche de trabajo.

Imagínalo sorprendiendo a su mujer con el nuevo invento,
la risa como ante un pastel de cumpleaños cuando viera ella el resplandor.
Imagínalo parpadeando a través de las habitaciones de su casa
en compañía de sombras que vuelan por los muros.
Imagina que un viajero perdido llamara a su puerta
una oscura noche en la colina, país de España.
‘Pase’, le diría, ‘estaba retratándome a mí mismo’,
parado en el umbral y sosteniendo el mango de un pincel,
iluminado bajo el fulgor de su famoso sombrero de velas.