LA POESIA Y LA PINTURA, 1626. Francesco Furini. Galería Palatina, Florencia. "La armonía es más fuerte que la luz"

Descripción de cuadros para Guillermo

MUCHACHO MORDIDO POR UN LAGARTO (de Marina Aoiz)

Muchacho mordido por un lagarto.
Caravaggio


I.

Rosa de nácar prendida en el cabello
por el amor perentorio. Bebedora insaciable
de un agua noble brotada del manantial del sueño.
Él viste acaso sábana que sabe demasiado.
El éter de esa rosa de sed se mezcla con el deseo
en la habitación del miedo, donde la luz abrasa.
Ardor de cuerpos en el crescendo de la tarde.

Hambre de cerezas para aliviar la soledad
de cierto abandono tras el placer inesperado.
La luz, fuego en la boca y en el hombro,
se derrama sobre la tela blanca. Ha mordido
unos labios, ha mordido los dedos rosados
con sabor a fruta ácida y ya es hora
de succionar el dulzor de la carne vegetal,

sin los gusanos del arrepentimiento. Por eso huye
de la alcoba hacia el rincón de las viandas.
Entre los frutos, cómplice de ocultas espinas
de la rosa húmeda, un lagarto se agarra a la uña tierna
con sus pequeños dientes afilados. El dolor punzante
del dedo corazón asciende por el brazo. Frunce las cejas.
Grita. Saturno ríe a carcajadas. La vida quema.



II.

La intimidad se descompone en el interior del búcaro
y el agua se torna roja en la lucha de luz y sombra.
Todo se oscurece. El viento de las negras mariposas
agita las ocres cortinas de la estancia. Juventud,
fragilidad del tiempo, semillas encerradas.
La muerte agazapada en el llanto contenido. La sangre
no distrae la creciente pasión de pinceles y pigmentos.


(del libro Islas invernales. Colección Daniel Levi, Córdoba 2011)