LA POESIA Y LA PINTURA, 1626. Francesco Furini. Galería Palatina, Florencia. "La armonía es más fuerte que la luz"

Descripción de cuadros para Guillermo

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EN EL MUSEO (de Antonio Colinas)

Quisiera penetrar en ese cuadro,
ser en su leve espacio forma leve,
aroma de su atmósfera madura.
Estar en ese cuadro como está
el agua melodiosa de la acequia,
el cielo malva en paz entre las nubes
o esa luz que desciende como nieve
de hierba o como el oro de los prados.

Regresaría al huerto de la infancia
que perdí, al desnudo de mujer
que es todos los desnudos, a los pinos
de Roma o a esas calles italianas
donde me extravié y fui dichoso.
¡Fundirse en arte para no morir!

Y sabiendo que es mucha la alegría,
el goce de envolverme en esa luz
y ser tiempo en el cuadro que no muere,
quisiera yo también, por ser humano,
entrar en él para probar dolor,
la luz gris de visillos y de espejos.
Sentir amor y respirar nostalgia
junto a los personajes de los cuadros,
que hieren y, a la vez, nos dan placer.

Penetrar en el cuadro y recibir
de repente el temblor de los cerezos
en el rostro como un fuego que inflama.
No existir, mas durar en las miradas
de cada visitante del museo.
No existir, mas arder muy lentamente
en las llamas-colores del pintor.
No ser nunca como es la carne nuestra,
que no cesa en su grito, y que perece.



(del poemario "Los silencios de fuego".Tusquets )




HOMENAJE A POUSSIN (de Antonio Colinas)

La caza de Atalanta y Meleagro (1637-38). Nicolás Poussin















Cicatrices de luz verde en el cielo.
Nubes de cobre roído, de oro viejo.
De madrugada el bosque es una virgen
húmeda y vaporosa, destrenzada.
En el silencio de la espesuras
galopes de unos pechos como muros,
relinchos de corceles temerosos.
A la caza galopa Meleagro.
Ciñe el laurel la noble frente ebúrnea.
Todo el cuerpo de enfebrecido mármol
es azotado por las madreselvas.
Cicatrices, relámpagos del cielo.
Muerden los cascos todo el césped frió.
Suena como un tambor la tierra fértil.
Sabroso viene el aire hasta los labios.
Las puntas de las lanzas: con rocío.
Bajo los ojos muertos de Diana
pasan como una tromba los guerreros.


(del poemario "Truenos y flautas en un templo.
Ed: Colección premios literarios Ciudad de Irun")

Texto de  http://museoprado.mcu.es

Aunque no se conoce dato alguno sobre la gestación de este cuadro, se cree que fue pintado por Poussin en Roma para Cassiano dal Pozzo, entre los años 1637 y 1638. Se ignora, asimismo, la fecha de su ingreso en las colecciones reales españolas, siendo mencionado por primera vez en el inventario del Palacio de Buen Retiro, realizado en 1701 tras la muerte de Carlos II, donde constaba únicamente como "original de Italia". La primera atribución de esta pintura a Poussin data del inventario de las colecciones reales fechado en 1794. Según el investigador Anthony Blunt, el lienzo debió formar pareja, por su estilo y dimensiones, con el titulado Danza en honor de Príapo -actualmente en el Museo de Bellas Artes de Sao Paulo- que estuvo también en el Buen Retiro y fue sacado de España durante la invasión napoleónica.

La pintura se inspira en una antigua fábula de la mitología griega, conocida como "La cacería de Calidón", citada ya en La Ilíada y recogida después por distintos autores, entre otros el poeta latino Ovidio en sus Metamorfosis.

Su protagonista, Meleagro, era hijo de Eneo y Altea, reyes de la ciudad de Calidón, en Etolia. Las Parcas habían vaticinado a sus padres que su hijo viviría el tiempo que tardara en consumirse un tizón que ardía en el hogar. Entonces su madre lo retiró del fuego y lo guardó en lugar seguro. Más tarde, Eneo olvidó hacer un sacrificio a Diana, diosa de la caza, y ésta se vengó enviando al país un jabalí de prodigioso tamaño y ojos centelleantes que asolaba los campos y hacía huir despavoridas a sus gentes. Meleagro, resuelto a exterminarlo, organizó una expedición con los más valerosos guerreros de toda Grecia, y convocó también a Atalanta, joven princesa arcadia famosa por sus dotes de cazadora.

Una vez penetraron en el interior del bosque donde se hallaba el jabalí, los hombres se dispusieron a su captura, pero fue Atalanta la primera en herirle con una de sus flechas. Después, Meleagro le remató con su espada y ofreció a la joven la cabeza y la piel del animal como trofeo. Este gesto provocó las protestas de los dos tíos maternos de Meleagro, quien, llevado por la ira, les dio muerte allí mismo. Cuando Altea tuvo conocimiento del fatídico suceso, echó el tizón al fuego, extinguiendo de este modo la vida de su hijo. Poussin representa aquí el momento de la salida para la caza. Jinetes armados, ojeadores y perros componen esta escena resuelta a la manera de un relieve clásico. Atraen la mirada del espectador los tres tipos de caballos del primer plano: el caballo encabritado, que monta Meleagro, el caballo al paso, sobre el que cabalga Atalanta, y el que gira violentamente la cabeza hacia el fondo en sentido opuesto a la de su jinete. Sobre un hermoso paisaje con colinas y nubes coloreadas destacan las estatuas de Diana y la de Pan, divinidad de los bosques.

SIMONETTA VESPUCCI ( Antonio Colinas)

(Il vostro passo di velluto
E il vostro sguardo di vergine violata)
Dino Campana

Simonetta,
por tu delicadeza
la tarde se hace lágrima,
funeral oración,
música detenida.
Simonetta Vespucci,
tienes el alma frágil
de virgen o de amante.
Ya Judith despeinada
o Venus húmeda
tienes el alma fina de mimbre
y la asustada inocencia
del soto de olivos.
Simonetta Vespucci,
por tus dos ojos verdes
Sandro Boticellite ha sacado del mar,
y por tus trenzas largas
y por tus largos muslos,
Simonetta Vespucci
que has nacido en Florencia.