LA POESIA Y LA PINTURA, 1626. Francesco Furini. Galería Palatina, Florencia. "La armonía es más fuerte que la luz"

Descripción de cuadros para Guillermo

EL PINTOR (de John Ashbery)


Sentado, entre el mar y los edificios
disfrutaba pintar el retrato del mar
pero al igual que los niños imaginan una plegaria
sólo como silencio, él esperaba que su tema
se deslizara por la arena, y, tomando un pincel,
cubriera su propio retrato sobre el lienzo.

Entonces, nunca hubo una pintura sobre su lienzo
hasta que la gente que vivía en los edificios
lo puso a trabajar: “trate de usar el pincel
como un medio para alcanzar un final. Elija, para un retrato
algo menos enojado y amplio, y más atado
al humor de un pintor, o quizás, a una plegaria”

¿Cómo podía él explicarles su plegaria,
que la naturaleza, no el arte, podría usurpar el lienzo?
Eligió como nuevo tema a su esposa,
haciéndola inmensa, como edificios en ruinas
como si, olvidándose de sí mismo, el retrato
se hubiera expresado sin pincel.

Levemente animado, hundió su pincel
en el mar, murmurando una sentida plegaria:
“Alma mía, cuando pinte el siguiente retrato
debes ser tú quien arruine el lienzo”
La noticia se esparció como fuego arrasador por los edificios:
él había vuelto al mar buscando su tema.

¡Imagínense a un pintor crucificado por su tema!
Demasiado exhausto hasta para tomar su pincel,
provocó que algunos artistas se inclinaran desde los edificios
para hacer comentarios maliciosos: “¡No tenemos una plegaria
ahora, para ponernos nosotros en el lienzo,
o lograr que el mar se siente para ser un retrato!”

Otros lo declararon un auto-retrato.
Finalmente, todas las indicios de un tema
comenzaron a extinguirse, dejando al lienzo
perfectamente blanco. Él dejó el pincel.
De inmediato un alarido, que también era una plegaria,
nació de los repletos edificios.

Lo lanzaron, al retrato, del más alto de los edificios;
y el mar devoró el lienzo y el pincel
como si su tema hubiera decidido permanecer como plegaria.