Pintan la casa…
que nos pinten también a nosotros.
Pintan la casa…
que nos pinten los días,
saldríamos blancos después del tiempo.
Como si la pintura pudiera mantenernos por siempre,
pero lluvia y sol irán barrenándonos.
La pintura no es todo.
Pintan la casa,
ordena que nos pinten días y manos.
De la antología “La poesía del siglo XX en Ecuador: Ed: Visor