LA POESIA Y LA PINTURA, 1626. Francesco Furini. Galería Palatina, Florencia. "La armonía es más fuerte que la luz"

Descripción de cuadros para Guillermo

NUBES ( de Jorge Luis Borges)


(Escrito por Santiago Elso Torralba)

Todos los poemas que, hasta el día de hoy, han ido apareciendo en este blog son, o bien “écfrasis” (término con el que se denomina al poema que describe un cuadro), o bien poemas que algún artista ha ilustrado con su obra pictórica. Écfrasis e ilustración son las dos principales encrucijadas donde confluyen poesía y pintura. En la primera, cada poema está inequívocamente unido al cuadro en el que se inspira; en la segunda, cada cuadro lo estará con los versos que ilustra. Pero hay otros puntos de intersección, otros nudos, otros  cruces donde se producen encuentros y se dan correspondencias entre el mundo de los versos y el de las pinturas. Entre un poema y un cuadro, incluso cuando han sido creados sin ningún tipo de dependencia mutua, siempre es posible encontrar similitudes estéticas. Sucede así con el cuadro que nos evoca vagamente a un poema;  o con el poema nos trae a la memoria el recuerdo de unos versos. Y, aunque forzoso será reconocer que, en estos casos, el paralelismo encontrado entre las obras sólo tendrá un carácter personal o subjetivo, la unión entre las dos permanecerá indisoluble en nuestras mentes.

En mí, algo de esto último sucede entre las dos piezas que a continuación presento. Una pertenece al poeta Jorge Luis Borges y lleva por título “Nubes”; la otra es de un pintor surrealista, el polaco Jacek Yerka, y su título es “La ciudad está aterrizando”. Sé que el poeta no se inspiró en el cuadro para escribir su obra, ni el pintor en el poema para crear la suya. Y, no obstante, siempre que releo este fascinante doble soneto , me parece estar viendo el cuadro; y cuando veo de nuevo este maravilloso cuadro, rememoro igualmente el poema. Algo me dice que un mismo aliento poético inspiró al poeta y al pintor, y que el mismo o parecido mensaje nos traen poema y cuadro.

Algunos, no sin razón, podrán argüir que dicho paralelismo es vano y ficticio, o, en el mejor de los casos, puramente casual, que sólo es una construcción de mi mente. Sin duda es verdad, y nada puedo replicar a esta objeción; salvo que, puestos ya a ser tan racionales, existe al menos una muy clara  y objetiva afinidad pese a todo: la de que ambos dos -poema de Borges y cuadro de Yerka- son incontestablemente admirables.




           NUBES   (de Jorge Luis Borges)

I.

No habrá una sóla cosa que no sea
una nube. Lo son las catedrales
de vasta piedra y bíblicos cristales
que el tiempo allanará. Lo es la Odisea,
que cambia como el mar. Algo hay distinto
cada vez que la abrimos. El reflejo
de tu cara ya es otro en el espejo
y el día es un dudoso laberinto.
Somos los que se van. La numerosa
nube que se deshace en el poniente
es nuestra imagen. Incesantemente
la rosa se convierte en otra rosa.
Eres nube, eres mar, eres olvido.
Eres también aquello que has perdido.

II.

Por el aire andan plácidas montañas
o cordilleras trágicas de sombra
que oscurecen el día. Se las nombra
nubes. Las formas suelen ser extrañas.
Shakespeare observó una. Parecía
un dragón. Esa nube de una tarde
en su palabra resplandece y arde
y la seguimos viendo todavía.
¿Qué son las nubes? ¿Una arquitectura
del azar? Quizá Dios las necesita
para la ejecución de Su infinita
obra y son hilos de la trama oscura.
Quizá la nube sea no menos vana
que el hombre que la mira en la mañana.


The city is landing
(Jacek Yerka)




Otros cuadros de Jacek Yerka: