Juan de Pareja, 1650 Diego Velázquez |
y tú respondes
con tu orgullo mal disimulado,
con el flamenco desdén de tu valona
sobre la molienda de tus colores,
con la arrogancia de quien así conoce
los trazos de la nobleza.
Ah, Juan de Pareja,
manumitido por los siglos en tu retrato,
cuánto sabrás tú,
sevillano de raza,
de los entresijos de lo grande,
de las pinceladas de lo irreal,
de los resquicios de lo soñado…
Cuántos señoríos se cambiarían,
Juan de Pareja,
por el privilegio de tu servidumbre.