qué hacíamos tú y yo antes de querernos.
¿Como niños aún no destatados
seguíamos chupando domésticos placeres?
¿Roncabamos tal vez en la caverna
The good-morrow Robert McDonald (ilustración de R. McDonald para el poema de John Donne) |
Aquel u otro placer sólo fue sueño,
y si vi alguna vez una belleza
que deseé y obtuve, no era nada
sino un sueño de ti.
Y ahora ¡buenos días!
al doble despertar de nuestras almas,
que de miedo no aciertan a mirarse.
Pues el amor gobierna
todo el amor oculto de las cosas,
y hace de un todas partes, poco espacio.
Bien está que marcharan a buscar nuevos mundos
nautas descubridores, y que muestren los mapas
un mundo y otro mundo a quien los mira;
poseamos nosotros nuestro mundo
el que tiene, el que es cada uno de nosotros.
En tus ojos mi rostro,
en los míos el tuyo se retratra,
y los rostros reflejan
dos corazones simples y leales.
¿En dónde encontraríamos mejores hemisferios,
sin crudo Norte o declinante Oeste?
Sólo mueren las mezclas desiguales;
si nuestros dos amores son uno, o tan idénticos
que ni el tuyo ni el mío cede al otro,
ninguno de los dos puede morir.
(del poemario "Poetas ingleses metafísicos del siglo XVII". Ed: El acantilado)