Batalla entre Alejandro y Dario en Isso
Altdorfer
La batalla de Alejandro en Isso, 1529 Alte Pinakothek, Munich Albrecht Altdorfer |
pero prefiero ver ponerse el sol
(el sol y sus celajes
de jaspe que han estado
ensayando este ocaso desde el alba)
No sabe el sol -es ciego- que ilumina no sólo
el lago, las montañas
erizadas, las torres, los tejados, las tiendas
de lona, los velámenes...
sino algo más en ruinas que aún humea
Sí, ya sé que se lucha a vida o muerte,
que vuelan estandartes, que enarbola
el corazón coraje y una pica
una cabeza hostil ensangrentada
Sé que se juega el mundo
y que las huestes blancas
cuentan con el apoyo de los dioses
Quiero mirar al horizonte: todos
los días no se ve un atardecer
así. No me preguntes por el combate; corre,
si quieres y pregunta a algún macero
qué causa ha convocado tanta sangre
Yo sigo aquí: ninguna
flecha puede perderse donde nadie la llama
las ramas me protegen y las rocas
y nada me separa de la savia
Y, tras de la contienda, recordar
cómo con el silencio que sigue a los combates
cristaliza hasta el fango. -El pasto calcinado
tiene afán de azabache,
las ruinas humeantes prefiguran trofeos
Entre las hendiduras,
bullendo entre las rectas y las volutas, otros
seres terceros, más menesterosos,
su buscan -han caído-: su semilla no vuela,
son fuego sin volcán, lava sin dueño.