Oggi ha l’uomo la morte anco ne’ foiri
Pietro Casaburi
Avizora y oscuramente sonríe,
inerme contiene sus latidos
como un anciano
que sostiene al corcel las riendas
de un ámbar acre
en reflexivo ademán.
Cada risa era un epitafio
en la copa de la pelvis:
los pétalos caían como dulces párpados mortales
en un revuelo de opalinas, vegetales mariposas.
La rosas de Heliogábalo. Luwrence Alma- Tadema, 1888 |