Este melancólico momento permanecerá
y también lo hará el oráculo más allá de la puerta,
y siempre la torre, la barca, el lejano tren.
En algún lugar, en el sur, asesinan a un duque,
ganan una guerra. Aquí, es demasiado tarde.
Este melancólico momento permanecerá.
Aquí, una tarde de otoño sin lluvia,
dos alcachofas abandonadas encina de una caja,
y siempre la torre, la barca, el lejano tren.
¿Es otra escena de dolor infantil?
¿Por qué las manecillas del reloj marcan la 1:28?
Este melancólico momento permanecerá.
La luz verde y amarilla del dominio del amor
cae sobre la falta de alegría del destino
y siempre la torre, la barca, el lejano tren.
Las cosas que nuestra visión desea que tengamos,
la vida de los objetos, su insoportable peso.
Del poemario “Tormenta de uno. Poemas”, Ed: Visor
Cuadro: “La conquista del filósofo”, de Chirico