dos monos atados con cadenas, sentados en la ventana,
el cielo revolotea tras los cristales
y el mar se baña.
Me examino de historia de la gente.
Tartamudeo y me atasco.
Un mono clava en mí su mirada y aguza irónico el oído,
el otro finge dormitar,
y, en el silencio que sigue a la pregunta,
me sopla la respuesta
con un débil tintineo de cadenas.De la antología “Paisaje con grano de arena”, Ed: Lumen
Cuadro:”Dos monos”, de Brueghel