LA POESIA Y LA PINTURA, 1626. Francesco Furini. Galería Palatina, Florencia. "La armonía es más fuerte que la luz"

Descripción de cuadros para Guillermo

UTAGAWA HOROSHIGE (de Luis Javier Moreno)



                                    Retrato póstumo a la memoria de Hiroshige (1858), de Utagawa Kunesida  

 
Señor (a su patrono se dirige)
soy un anciano, he conocido el mundo
de los hombres… Los hombres y las bestias;
visto el movimiento de los astros
y el peso de los años sobre el cosmos
arreglando montones de ceniza.
Con respeto le adjunto mis últimos dibujos.

Interrumpe la carta, mira al cielo
del último verano de su vida…
En el jardín de su pequeña casa
ha tallado la mesa donde escribe,
sobre la que dibuja, en la que el mundo
se ajusta al trazo de sus de sus horizontes.
Cierra los ojos. En el castillo de Edo
su padre desempeña, y él le ayuda,
las tareas del fuego y los jardines.
Tiene diez años, la melancolía
se ciñe a los recuerdos de su infancia.
No hace falta más leña, dice el padre,
y entre las formas móviles del fuego
el rojo le otorgó sus gamas para siempre;
desde el comienzo rosa de la llama
al morado final de los rescoldos.

Su corazón anhela otras labores.
Es invierno, ha nevado;
De los adarves de la fortaleza
sigue hasta el horizonte la extensión de la nieve,
en el dominio de su blanco intenso.
se persiguen las noches y los días
la expectativa, el arrepentimiento,
sus miles de dibujos y los viajes
por ciudades, aldeas, cordilleras,
cuyas formas exactas reproduce
con el criterio de su verdad en arte;
Las cosas son las cosas, en ellas y en su estampa.

La luna, el aire, los atardeceres, 
el agua zul, la nieve, las tormentas 
son los agentes de su movimiento. 
De su reposo: bóveda y hondura. 
La sutileza de las diagonales: 
una tenues figuras a la orilla de un río, 
de mujeres paradas y vestidas de oscuro. 

De amarillo, de verde, blanco, rojo, 
azul, rosa, morado, negro y ocre, 
van variando las formas en los pliegos, 
ajustando el contorno de las islas, 
el vuelo de un alondra bajo el blanco 
círculo plateado de la luna….

Vuelve a la carta, habla sobre el dinero 
que debe reembolsársele a su hija… 
Hija querida, resistente mía, 
perdona mi torpeza y poca maña 
por no haberte logrado más decoro, 
mayores casas y mejores trajes…. 
Los inviernos lo han hecho. 
He llorado a menudo por todas estas cosas 
en los últimos años de mi vida. 
Japón son las aldeas que he pintado, 
las islas de edad nueva que yo he visto, 
mis árboles, mis montes, mis paseos, 
mis puentes, barcos, ríos, garzas reales, 
el estallido blanco de las flores, 
la tersa suavidad de las camelias,
las bandera que agitan un viento a rachas.
Hice de la belleza y la armonía 
los meridianos de este paraíso
que enaltecen mis formas y colores. 
Nadie tiene por qué perdonarme que exista.






 Fuegos artificiales en el puente Ryōgoku




 Repentino lluvia sobre el puente Ohashi en Atake



 En el santuario de Akiba en Ukeji



  Jardín de ciruelos en Kamada 


  En el santuario de Kameido Tenjin 

 El mar frente a Satta en la provincia de Suruga



 El dique de Sumida en la capital oriental

 Los "cinco pinos" y el canal Onagigawa

El «pino para colgar la capa del monje» en el lago Senzoku



   El puente-tambor de Meguro y la «colina de la puesta del sol