Pescador amarrado a un banco. Jean Baptiste-Camille Corot |
Para ser completamente sincero,
nunca he pescado en el Susquehanna
Ni en julio ni en ningún otro mes
he tenido el placer -si es que es un placer-
de pescar en el Susquehanna.
Es más probable que me encontréis
en una habitación tranquila como ésta,
con el cuadro de una mujer en la paredintentando manufacturar la sensación
de pescar en el Susquehanna.
de que otros han pesacado
en el Susquehanna:
de que han remontado la corriente en un bote de madera,
y sumergido los remos en el agua,
y luego los han levantado, haciendo que gotearan a la luz.
Lo más cerca que he estado nunca de
pescar en el Susquehanna
fue una tarde en un museo de Filadelfia,
en la que pasé un buen rato
delante de un cuadro
En él, ese río trazaba un meandro
bajo el cielo azul, alborotado de nubes,
y los árboles se apiñaban en las riberas,
y un tipo con pañuelo rojo en la cabeza,
sentado en una barquita
verde, de fondo plano,
sostenía el fino látigo de un caña de pescar.
Eso es algo que yo probablemente
nunca haría, recuerdo
decirme a mí mismo y a la persona que estaba a mi lado.
Entonces parpadeé y me acerqué
a otras escenas americanas
de almiares y aguas espumeantes sobre las rocas,
incluso a una de una liebre parda
que parecía tan alerta, tan encendida de atención,
que me la imaginé saltando de repente del marco.