LA POESIA Y LA PINTURA, 1626. Francesco Furini. Galería Palatina, Florencia. "La armonía es más fuerte que la luz"

Descripción de cuadros para Guillermo

DIVISIBILIDAD INDEFINIDA (de Guillermo Carnero)



 
Divisibilidad indefinida, 1942. Ives Tanguy. Galeria de Arte Albright Knox, Buffalo,Nueva York


Ives  Tanguy

Un impasible pájaro reposa sobre el mar:
con las alas cobija el filo de los límites,
amordaza en su fuente la fuerza de los vientos
y sus plumas caudales tocan el finisterre.
 
El rumor de su sombra desorienta y extingue
el arroyo que fluye en la caverna
y extirpa con agujas de betún y azabache
la gota que serpea en la tela de araña.
 
Desdibuja en un prisma de esfumados cristales
la chispa geminada de los ojos del tigre
y apaga en un susurro de inundados helechos
el sueño de rubíes que atisba la serpiente.
 
El pétalo se quiebra doblegado
cual si lo castigara con su mínimo peso
una constante gota sucesiva
 
y sobre las corolas que no brillan ni ascienden
y derraman su seda sin color
en ocioso reptar vitrificado
cruzarían sin rumbo erráticas abejas.
 
En el halo glacial del horizonte
retiene el terso mar la gris parábola
en esfumado indicio de su esfera
inconmovible, fija y apagada.
 
Redonda, lisa, tensa, luminosa,
azulada e inmóvil la pupila del lince,
sin que el transcurso de una forma rápida
fuera a cruzarla curvo y abreviado.
Fluye el silencio en ondas de blancura
desde sus doce aristas minerales
donde se encierra congelada y turbia
la inerte vacuidad cristalizada
 
y así crece la paz, sorda y entera
en haces de fulgor estrangulado
hasta la ojiva de invisible hielo
donde convergen mansos y se anudan.
 
Hace tiempo que habito este lugar
y lo contemplo inmóvil, aquietado e incólume:
ya no tomo por pasos o murmullos o risas
los ecos del caer de las gotas de agua.
 
Admiro la pureza con que las diagonales
dominan limpiamente la gala del vacío
y trazan en el aire las lindes de su altura,
grácilmente centrada por un punto incoloro.
 
Aquí vuelcan las formas su plasma desleído
en el gran vertedero de los sentidos planos
y se pudre la línea y la llaga del tacto
como cae la piedra hacia el fondo del pozo.
 
La mirada precisa los puntos cardinales
y girando a su imán se ofusca y pierde,
inventando un lugar en el arco infinito,
redondez engañosa que finge la distancia.
 
¿Quién quebrará las puertas de la luz?
 
Un calor que licúe los metales preciosos
de la abyección y del conocimiento,
un pie grácil que humille y desordene
las palabras caídas que el miedo y la belleza
amontonan y pudren en su otoño,
una voz como cúpula dorada
combando el clarear del sol naciente,
la que descorre el velo,
la que trae de vuelta al alejado.