La boda Marc Chagall |
En el cuadro hace frío.
Puede que sea otoño,
o quizá una tarde suave de invierno.
Al fondo hay un cielo de grises oscuros.
Se ilumina el blanco
nupcial de la novia.
Miradas absortas siguen el cortejo.
Las casas son pobres. De madera. Todo
tiene el aire dócil
de los ritos. Triste.
Me pregunto allí, dentro de la escena,
dónde el violista que pisa el tejado;
la alegría -loca- del vodka y de los zíngaros...?