Primero se instala el aburrimiento; después, la desesperanza.
LAS MUSAS INQUIETANTES. Giorgio de Chirico |
Primero se instala el aburrimiento; después, la desesperanza.
Uno intenta sacudírselo. Pero sólo crece.
Algo sobre el silencio de la plaza.
Hay algo mal; algo en el aire,
Su color; sobre la luz, la forma en que resplandece.
Primero se instala el aburrimiento; después la desesperanza.
Las musas en su aflautado atuendo vespertino,
Lo inexpresivo de sus caras podría inducir a pensar
Algo acerca del silencio de la plaza,
Algo acerca de los edificios ahí puestos.
Pero no, no tienen más intención que la de posar.
Primero se instala el aburrimiento; después, la desesperanza.
Lo que ocurra después a uno no le importa.
Lo que lo trajo a uno aquí –el deseo es componer
Algo sobre el silencio de la plaza,
O algo más, de los cual uno no es consciente,
Acaso la vida misma -, ¿quién sabe?
Primero se instala el aburrimiento; después, la desesperanza…
Algo sobre el silencio de la plaza.
(del poemario "Tormenta de Uno. Poemas". Ed: Visor)