La venadita Frida Khalo |
A Frida Kahlo, quien pintó
este cuadro en 1946
De pura lástima y puro amor yo te regalaría mi cuerpo, venadita.
¡Yo, que envidio el relámpago nocturno de tus cejas,
tus manos con anillos,
la voz india,
y tu cuello altanero de mestiza!
A ti que te dio Dios todo a montones, incluido el dolor
y ante todo el dolor
yo te daría,
si fuera Dios, un cofre con huesitos de plata mexicana
y un pie de oro. Y limpiaría, con mi mano eterna
las llagas de tu alma, venadita.
Te pediría a cambio todo el amor que te sobró en el cuerpo,
y un retrato vibrante de colores.