El beso, 1907-8 Galerie Belvedere, viena Gustav Klimt |
El mundo era un erial
La tierra estaba yerma
Y el cielo del color de los infiernos
de Dante en su Divina Comedia
Toda hacía suponer que pereceríamos pronto
Cuando de repente me besaste
Y se hizo la luz y creció la tempestad
e irrumpió como un gemido
la fabulada madreselva
Y el agua acarició el milagro entre la grieta
Y el abismo comenzó a girar violento en pos de un sólo punto
hasta reproducir la danza
y el idioma magnético
y la noche tribal
y el mercurio solar de los enaltecidos
y el planeta para siempre se habitó de vida nueva
y de savia bruta y de colores fantásticos en suspensión
entre tus labios y mis labios
Entre mis labios y tus labios