prescindían de nombres
sus firmas eran
blancos dedos de Madonna
o las rosadas torres
di città sul mare
y también escenas de la vida
della Beata Umiltà
se diluían
en el sogno
miracolo crocifissione
encontraban refugio
bajo párpados de ángeles
tras colinas de nubes
en la espesa hierba del paraíso
naufragaron sin dejar rastro
en áureos firmamentos
sin gritos de espanto
sin invocar un recuerdo
la superficie de sus cuadros
es lisa como un espejo
no son espejos para nosotros
son espejos para los elegidos
yo os invoco Viejos Maestros
en los duros momentos de la duda
haced que de mí caiga
la reptil escama del orgullo
que sordo quede
la tentación de la fama
yo os invoco Antiguos Maestros
Pintor de la Lluvia de Maná
Pintor de los Arboles Bordados
Pintor de la Visitación
Pintor de la Sagrada Sangre
(del poemario "Informe desde la ciudad la ciudad sitiada", Ed: Hiperion)