LA POESIA Y LA PINTURA, 1626. Francesco Furini. Galería Palatina, Florencia. "La armonía es más fuerte que la luz"

Descripción de cuadros para Guillermo

EN EL ESTUDIO (de Álvaro Valverde)


 W. DE KOONING

Toda esta rara habilidad me desconcierta.
Me asusta comprobar, después de tanto,
que en la tela acabada,
la impresión sea aún viva;
más, incluso, que nunca.
Creí que agotaría los gastados resortes;
que la materia, apenas moldeada,
parecería muerta. Sí, aquello que resulta
en nada desmerece, pero tampoco ostenta
esa noble exigencia que en justicia debiera.
Acusa las coartadas del oficio.
Los temas, los motivos, acaban por servir
de signo y marca. Inamovibles,
los críticos (y astutos galeristas
sin escrúpulos) se esfuerzan
por fijar las referencias. Por el contra,
miro el lienzo terminado
y no entiendo de dónde esa viveza
que, sin duda, señala
con nitidez perfecta.
No es casual. Hay en él
una absurda inocencia de pintor primerizo,
la ambición que se gesta
cuando el arte renuncia al guión presupuesto,
a ese giro de escuela que renuncia del arte.
Sobrecoge este estado de cosas:
la pureza anhelada del que encuentra y procede
ignorando su técnica. De aquel que está a la espera
y parece mirar por vez primera y deja que su mano
se deslice insegura sobre la superficie en blanco.
Entonces no hay temor, nada que impida
iniciar nuevamente la tarea;
antes bien, del hallazgo será
ese premio que logre provocar otra vez el comienzo;
el que sin ser, existe. Es curioso:
me cuesta comprender ya casi todo.
Comer, dormir, reconocer, tener memoria,
son términos confusos, de los otros.
Me sé feliz y solo delante de un espacio
donde el gesto prescinde, al fin y al cabo,
de razones, de claves, de secretos.