Ahora lo lejano, venido desde abiertos horizontes,
toca el rostro al apaciaguado celebrante;
así es como el dolor, para nosotros
inasible, regresa a su oscuro poseedor.
Y esto persiste un instante aún,
de este modo, ser espectador
del sufrimiento pudo convertirse en
la mayor libertad-; una nueva clemencia
se instala despreciando la corrupción
y el mismo devenir.
Rostro: oh, ¿de quién?: no más esas alianzas
todavía un instante consentidas.
Oh ojo que nunca más
hará brotar la más bella de todas
las cosas de la vida, a la que se ha abdicado.
Oh umbral del canto, boca de juventud
a la que para siempre se renuncia.
Y tan sólo la frente, a partir de volatilizadas referencias,
desea construirse algo más duradero al otro lado,
como por desmentir los bucles fatigados del cabello
que se le entregan ya, tristes y tiernos.
Diseño en sepia de Joseph Severn en el Memorail Keats- Shelley en Roma, del 28 de enero de 1821. Representa a Keats (muerto el 23 de febrero de 1821) en su mortal enfermedad. Rilke se inspiró en una reprodución del diseño que había visto en casa de André Gide el 27 de enero de 1914)