Doña Rosita Jiménez (Zuloaga) |
¿Cuántos años tenían las viejas de negro?
Algunas –muchas- viejas a los cincuenta,
eternamente ya de negro o de alivio luto...
Viejas aldeanas con moño y delantal,
mujeres y abuelas de permanente negro
porque a una muerte se sucedía otra,
y las desgracias y la vida unían los lutos
–tres años cada uno- y al fin era mejor
vestir siempre de negro y zapatillas negras
pues la vida, a la postre, era negra
como aquella España de mi niñez llena de mujeres
de negro, abejarucos de tristeza, lechuzas
sabias de la desolación resignada,
madres y abuelas eternamente habituadas
a perder, entre Cristos y decencia.
Todo era negro. Negro el color de la vida.
Ancianas brujas de la España negra,
viudas eternas, madres de hijos lejanos o muertos,
reumáticas manos de esperanza y desconsuelo.
Rubén –que nos quiso tanto- dijo
que en el alma española crece una oscura rosa.
La rosa del enorme daño que nos hicieron.
La rosa del demonio o la rosa del cura....
(del poemario "Las herejías privadas". Ed: Tusquets)