Niágara Frederic Edwin Church |
para mi hijo Guillermo
¿Te has fijado, Guillermo, en esta tela?
El Niágara es inmenso, pero aún
más grande es el pintor que, con ningún
otro poder sino el pincel, congela
el río y, para siempre aquí, cancela
el tiempo; el tiempo, hijo, que según
Heráclito es un río, y no común,
porque en sus raudas aguas nadie de la
humana raza nadará dos veces.
Y en éste -creo- ni siquiera una.
Dime, ¿por qué, de pronto, te entristeces?
¿Te apena nuestra suerte? No hay ninguna
razón para afligirse, hijo mío:
de cada instante vivo, haz un río.
Del poemario inédito: "Descripción de cuadros para Guillermo"