De todos los oficios, he tomado
el que está del dinero más distante;
el único que no da resultado,
tocante a lo contante y lo sonante.
Quien hace cuadros y literatura
tal vez, cuando se muera, vaya al cielo;
pero en la tierra pierde el tiempo, el pelo,
la paciencia, el estómago y la hechura.
Mucho dinero gana mucha gente
-los futbolistas, fabulosamente-.
Sólo el artista permanece aparte.
Su “género” carece de demanda.
Cuando empecé, ya alguien me dijo: ¡Anda,
que vas lucido, niño, con el arte!