Del varón que de pie espera la primavera,
las venas, de nuevo visibles en sus sienes,
laten.
La nieve cae, alada,
Cubriendo los tejados y las chimeneas
de la aldea de Chagall
y tocando las venas de nuevo visibles
en la trémulas sienes del hombre.
Si nieva en marzo en la aldea de Chagall
los frutos invernales, tan pequeños como caca de ratón,
se tiñen de nuevo de color olivo
y por la noche las amas de casa
alimentan en el fogón
el fuego más hermoso del año.