Murillo Muchacho en el antepecho, 1675 Londres, National Gallery |
Murillo Muchacha en la ventana, 1675 Londres, Corras |
La suya es una historia paralela.
Se asoma a la ventana el sonriente
mozalbillo, que está, con evidente
picardía, mirando a la chicuela;
ella se quita el velo con cautela.
Es digno de elogiar el insistente
celo que se profesan frente a frente,
pues los pintaron, a él en una tela,
a ella luego en otra, y ni por esas
se dejan de mirar. Desde Sevilla
envían a uno a tierras escocesas
y al otro a América. Su unión se trunca,
pero aún se buscan. ¿Qué lección sencilla
dan? Que el primer amor no muere nunca.