Las bellas realidades René Magritte |
-Un suelo; y sobre el suelo, alguna mesa;
y encima de la mesa, una manzana.
Así es el mundo -dijo alguien- . De esa
manera, y no como te dé la gana,
hay que pintarlo. Dije: -Quite, quite,
prefiero lo que pinta el gran Magritte.
Nada; y sobre la nada, una gigante
manzana verde; y sobre esta fruta,
una sencilla, limpia y diminuta
mesa con su mantel que están delante
de un mar grisáceo. Así, con el tamaño
y posición expuestos del revés,
se nos revela lo que Todo es,
será y ha sido siempre: algo extraño.