muchachos escribiendo poemas y canciones,
esposos paseando en la tarde a sus pequeños.
(“Vamos, dejad la pelota y venid a tomaros una foto.”)
Hay parejas que han dejado atrás la juventud
y perros buscando dónde mear sin ser molestados.
A lo lejos se escucha una canción.
Algunos tararean distraídos la tonada, otros
disfrutan con placer de los últimos días del invierno.
Jardines de Ferraz, Parque del Oeste.
Muchos se inmolaron a favor dela República
y sufrieron bajo el humo del fusil y la metralla.
Porque aquí hubo una guerra, pero nunca ningún templo.
Muchos se inmolaron a favor de
y sufrieron bajo el humo del fusil y la metralla.
Porque aquí hubo una guerra, pero nunca ningún templo.
Sólo una pequeña colina
y un cálido rincón donde suelen amarse las parejas.
Frederic-Louis Norden El templo de Debod en 1737 |
1737. El sol calienta implacable las arenas de Nubia.
Una frágil balsa navega sobre el Nilo. De pronto
dardos y blasfemias le hostilizan y detienen.
Sólo el danés Norden consigue dibujar las tres puertas
del Santuario
y casi es muerto por sacrílego.
Columnas de Debod, sagrado templo donde oraron los
asiros y los persas primero,
macedonios y romanos después.
Allí ofrecieron panes y frutos para Horus, toros y gacelas para
Isis, vinos y perfumes para Ammón.
Cruentos dioses con cabezas de buitre, de buey o de cordero.
Altas grúas desembarcan los vestigios de Debod y los arruman
en el puerto.
Estaba escrito. El Santuario ha de reposar en Occidente.
en el puerto.
Estaba escrito. El Santuario ha de reposar en Occidente.
Todavía se conserva.
Columnas y pilastras respetadas por el tiempo,
viejas inscripciones, el color rosado de la piedra.
Perros buscando algún rincón donde mear sin ser
molestados.
viejas inscripciones, el color rosado de la piedra.
Perros buscando algún rincón donde mear sin ser
molestados.