Bodegón de caza, hortalizas y frutas, 1602
Juan Sánchez Cotán
Madrid, Museo del Prado
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Aquí la perdiz no es engañosa
ni símbolo de la avaricia, sencillamente cuelga
de un hilo. Y la manzana
no es el pecado; los rábanos
no sugieren falos,
los limones se limitan
humildemente a ser limones. Las zanahorias
no pretenden más
que seguir siendo zanahorias. El cardo
es color, textura, líneas, luz
una forma junto a otras.
Aquí todo es pintura, y las cosas
son las cosas.