¿Quién
inyectó a este enano en nuestra historia?
Ni
quitó
ni puso rey.
Arreó un revolcón
a la legitimidad
y se volvió a su tierra.
Diminuto descansa en Saint-Denis
rodeado de príncipes,
turistas,
trabajadores extranjeros;
extraño remolino.
turistas,
trabajadores extranjeros;
extraño remolino.
Nadie sabrá jamás
cómo hubiéramos sido
sin su
entrometimiento.