Aquiles vendando a Patroclo. 500 a. C., Staatliche Museen (Berlín). |
Al fondo de una copa vi una escena
vieja como los siglos mas salvada
por juveniles brisas; fue pintada
por algún alfarero como antena
en que miráranse con faz amena
otros posibles héroes y anotada
vieran la íntima gesta inesperada
cuando entorno combaten por Helena.
Nada o apenas nada, una ternura,
entre rigor de dioses y elementos
atisbó el ojo artista y con premura
fijó la placidez de esos momentos:
vese al Peleida casi arrodillado
solícito a vendar al ser amado.