La
piedra es flor, y encaje y filigrana
de
bella orfebrería; y es puntilla
recamada de sol la maravilla
que el trino y la fragancia en ella hermana.
La
piedra arrebatada ya, rayana
en
vuelo incontenible, crece y brilla
pujando
por ganar la hermosa orilla
donde
es la ojiva luz, rosa temprana.
Rosa
de transparencia, piedra leve
sobre
tan grácil fuste enarbolada
como
una estrella de silencio y nieve.
Trenzada
en su fulgor puro y silente,
nos
prende la mirada fascinada
cada
piedra nacida cielo enfrente.