Autorretrato con oreja cortada, Van Gogh, 1889, Courtauld Gallery |
Que algo
suceda en la parte oculta de la tela:
un crimen por
ejemplo, y en la escena
unos ojos al
revés y una oreja vendada.
Todo ocurrido
como en un día sin fecha.
Sólo así nos
regalas la confianza
de que la
culpa no es del cuchillo que mutila,
sino de la
mano que trazó, de un crimen, la gloria.